lunes, 30 de julio de 2012

SIEMPRE JOVEN

       26 de julio de 1952 en un día gris el país llora la muerte de la primera dama del gobierno constitucional del Presidente Juan Domingo Perón.
¿Se lloraba la muerte de una esposa del líder presidencial o algo más? Aún hoy seis décadas después de este suceso el tema sigue siendo materia de discusiones: por un lado se lloró la muerte de una mujer que supo marcar un estilo de lucha y de defensa política, situación que hasta ese momento no había existido en nuestro país (gobernar, liderar, ....una mujer?...) por otro, una sensación de alivio y hasta alegría recorría allá por el 52 la mente de algunos argentinos siendo que quizás hoy ese pensamiento – por cierto algo transformado – subsiste aún.
    Si hablamos de lucha política, y en eso Eva es mi favorita, no debemos dejar de reconocer el espacio histórico - y meritorio- a socialistas , los que con mujeres del altísimo rango social de Alicia Moreau de Justo por ejemplo- , o anarquistas como Radowitzki y Budilslavich, o aquellos nucleados en la FORA, que derramaron su sangre extranjera por la defensa de los derechos del trabajador argentino, sin quitar su mérito también a los movimientos obreros de principios del siglo XX, a los radicales quienes en su momento asumieron la defensa de los niveles más bajos del espectro social argentino frente a los abusos del poder de una argentina que miraba desde 1910 demasiado hacia afuera.
    Sin restar meritos a esta historia de luchas por la igualdad social, la posta incuestionable para mí se la lleva esta mujer: Evita. Pero hoy, quizás alejados del fragor político de esos tiempos, es bueno “remover” la memoria, sobre todo de los más jóvenes, para explicar quién es esta mujer que encendió pasiones, odios y sobre todo mucho amor, la que fue llamada "abanderada" en la lucha por la defensa de los argentinos desposeídos, de los que menos tienen.
   ¿Quién era Maria Eva Duarte? Hay que ir hasta su infancia en el campo, en la localidad de Los Toldos cercana a Junín provincia de Buenos Aires,  que muestra a una Eva nacida en el seno de las clases más humildes, una campesina, que desde su origen modesto logró hacerse camino en una sociedad rígida: la de los años 20 (y la actual?), sociedad que no dejaba espacio de acción a las mujeres fuera del ámbito del hogar, y que marcaba claramente los límites entre las clases sociales. Su adolescencia (recordemos que Evita casi no pasó la etapa de la Juventud por su muerte a tan temprana edad) en lucha por ser actriz y triunfar en la gran ciudad, y su posterior éxito en la vida política,  ocurrido a partir de ese “día maravillosa” que menciona en“La Razón de mi Vida” donde conoce a Perón.
   Es evidente que su origen no es de casta de gobernantes , hacendados o clases altas, sin embargo Evita no dejó en esta argentina un sesgo de desprecio en su forma de vida por la pobreza que dejaba atrás – muy común en estos niveles de éxito social – sino que por el contrario, operó en ella una inclinación positiva, un – si vale el termino – “resentimiento favorable” a luchar por aquellos “desposeídos”, los explotados y marginados de la riqueza que denominó “mis cabecitas negras”, aquellos en los que quizás siempre vio reflejado su modesto origen. Como mujer que se precie, la vestimenta de esta siempre joven fue otro aspecto admirado y odiado a la vez – sin intención de hablar del presente que suena por esos avatares de la historia de manera similar - , pero volviendo a Evita, podemos ver en fotos de la época a una primera dama vestida con las mejores ropas que la moda de ese tiempo dictaba, su modisto Paco Jamandreu transformó su belleza simple en la primera dama mejor vestida de la época y del mundo. Como siempre sucede, muchos detractores, los que durante su época de ministra sin cartera de Perón la odiaron por “distribucionista, populista y negrita” pensaban que esa “tilinga venida a más” se vistió bien porque se casó con Perón, ignorando que su trabajo como actriz de radio teatro ya hacía tiempo la había llevado a ser una de las mejores pagas en su medio y por ende mejor vestidas en el mundo artístico antes de conocer a Perón. No obstante el glamour (…) y la fama mediática incipiente, Eva nunca dio la espalda a los pobres ni se transformo en una dama de sociedad que hacia beneficencia desde la sociedad rural o cosas similares, desde su tarea de acción social crea la fundación Eva Perón de ayuda a los más necesitados del país, fundación que por medio de la redistribución de riqueza trato de operar al estilo “Evita “una equiparación lo más rápido posible de esas diferencias tan tristes existentes entre "los que más y los que menos tienen", y este es el punto de detractacion que más sufrió y sufre, sobre todo de los segmentos del poder desplazados por ese primer peronismo y aunque cueste creer, de la misma clase media- sobre todo media alta - tan afecta, según la describe Ezequiel Adamovsky, a diferenciar entre segmentos sociales decentes o indecentes. Por ello creo no es fácil entender objetivamente la política distributiva de la riqueza en su accionar político, si es fácil criticarla despectivamente como populista y demagógica, sin saber quizás que el populismo como doctrina política es la base del socialismo y que la sociedad Argentina de la década de los 50 mostraba abismos inabordables entre los pudientes y los “otros”, brecha tan injusta que Evita trató, con su energía e impulsividad tan característica de su juventud de abreviar lo más rápido y con los medios a manos posibles. Norberto Galasso comenta en su análisis de la vida de Eva Perón que ella en realidad no regalaba nada a los pobres sino que les devolvía lo que los poderosos les habían robado durante décadas.
   Evita fue quizá marxista? Socialista? una avanzada Montonera? ….Evita fue el producto de una revolución, fue la imagen del ideal revolucionario juvenil del Peronismo. Recuerdo los cantos de la década de 60/70 en la voz de los militantes “si Evita viviera seria Montonera”, “Perón, Evita la patria socialista”…etc.,… ella pudo llevar a la acción los postulados de la justicia social; ella junto a Perón logró revolucionar las bases sociales de un país, el sistema productivo, laboral y legal en lo que fue la única revolución en paz que este país tuvo, una revolución desde arriba que logro cambiar la faz anacrónica y oligárquica del modelo político del país para siempre. Si no, veamos algunas revoluciones del pasado y del no tan lejano, y el saldo sangriento que obtuvieron para imponer cambios (Francia 1789 ,Rusia 1917, Argentina 1955 y 1976…).
   Eva Perón en sus discursos políticos no solo defendía a los humildes sino que siempre señalaba a los responsables de los males sociales del país. Hoy es fácil decir que los pobres son los enemigos de esta sociedad que exige seguridad para sus bienes: los piqueteros, el pibe de gorrita de las esquinas de los barrios, el trapito….el zurdo de quebracho, el que amenaza la “seguridad” de las propiedades de esta sociedad de consumo…. Eva los marco siempre: “no es el pobre el enemigo, es el que hace la pobreza… el poderoso que abusa de su poder y sojuzga al que menos tiene”, ese enemigo que nunca muestra la mano, ese enemigo impersonal que tiene que ver con los males enunciados en la propia filosofía del cristianismo. Fue la mujer fundacional del peronismo.
   Eva no solo distribuyo riqueza sino igualdad jurídica. Antes de ella la mujer argentina no solo no votaba sino que ¡ni siquiera tenía documento nacional de identidad! Eva tuvo la libreta cívica Nro. 1, logro el voto de la mujer (Ley 13010) y su igualdad política en consonancia con la igualdad jurídica de los trabajadores que el peronismo impulsaba con los derechos laborales de una nueva constitución nacional. Su muerte, entre dolor de miles, alegría de sus enemigos (“viva el cáncer” decía en una pared de Buenos Aires) fue la viva imagen del mito confrontativo de la sociedad argentina, el mito de muerte y el paso a la eternidad en su cadáver embalsamado y yacente en el local de la CGT, su máscara mortuoria, el robo y vejación del mismo por parte de la revolución libertadora y el ajusticiamiento de Aramburu por ello, hablan en cierta manera de una sociedad apegada a sueños pero también yacente en el ritual de la muerte.
   Es preciso hoy, cuando Evita ya tiene su lugar en la historia, hacer realidad su sueño, ese pensamiento a su querido pueblo “volveré y seré millones"... "yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria", se refería justamente a eso, a que el pueblo iba a reconocer su obra y valorar a quienes la siguieran. Hoy vi las humildes fotitos de Evita pegadas alrededor de los faroles de la Plaza 25 de Mayo de Paraná, ..... me detuve en una que siempre cautivo mi memoria: la de Eva como muchacha, Eva con el pelo suelto sin demasiado maquillaje y una sonrisa que motivo a cientos de jóvenes…… me llevo a mis años de idealismo y ganas de contribuir a la construcción de una sociedad más justa.

Cordialmente
Ignacio Diaz